Monday, 22 November 2010

De Saida a Damascos

De Saida nos dirigimos hacia el sur de las montanhas de el Libano. Barbara no estaba muy contenta de tener que encontrarse de nuevo con las subidas pero confiaba que mereciese la pena el parque natural que ibamos a visitar (Reserva Natural de Cedros de Chouf). Este parque natural es el mas grande de el Libano y tiene arboles de hasta 4000 anhos. Llegamos a Chouf despues de unas 5 horas y media de duras subidas. La ruta por suerte no solo nos deparo subida sino tambien unos hermosos pueblos y el hotel mas caro de todo el Libano. En Chouf nos alojamos en un bonito hotel/hostal que es rejentado por las autoridades del parque.

Tuvimos la suerte de que Barbara fue a preguntar a la oficina del parque acerca de las rutas de senderismo. Alli conocio a Massimo, un profesor de Agricultura Italiano que estaba trabajando en la creacion de mapas GPS de la zona. Massimo nos creo un mapa de la ruta y nos dejo un GPS para que todo fuese mas facil. Al dia siguiente Barbara (la novia de Massimo) nos llevo en coche a el comienzo de la ruta. La caminata fue genial. Caminamos por unas 5 h (Carlos 6h porque bajo hasta el pueblo caminando) y pudimos observar unos de los cedros mas viejos (unos 4000 anhos). Esa noche cenamos en companhia de Massimo y Barbara y nos acabamos una botella de vino de la zona (Adriano tu vino esta mucho mejor).

Al dia siguiente seguimos camino de Balbeek en el famoso valle de Beka, sin embargo aun teniamos una dura subida de 10km en frente de nosostros. El valle estaba lleno de vinhedos y paramos en una bodega donde compramos otra botella de vino. El valle tambien tenia muchisimas plantaciones de arboles frutales. Tuvimos la suerte de que nos invitaran a almorzar. Precisamente fue un libanes que trabajaba en Suiza y como Barbara es Suiza se hicieron amigos rapidamente (buen rollito ehh!!). Llegamos a Balbeek y despues de dejar las cosas en le hotel nos dirijimos al hotel. Era tarde pero preguntamos en la entrada si podriamos usar las entradas al dia siguiente. En taquilla nos dijeron que si por lo que compramos las entradas. Despues de ver las impresionantes ruinas tuvimos la suerte de ser testigos de unos de las mas impresionantes puestas de sol de todo nuestro viaje. Tuvimos que salir porque cerraban y en la puerta el senhor que recogia las entradas nos dijo que no podiamos usar la entrada al dia siguiente. Nos sentimos bastante defraudados ya que hubiesemos esperado al dia siguiente. A pesar de todo ello tuvimos la suerte de contemplar una bella puesta de sol.

Al dia siguiente nos dirigimos a Damascos pero antes hicimos una parada para ver las ruinas de Anjar. Las ruinas estuvieron bien pero lo mejor (para Carlos) fue que pudimos ver un camaleon en su habitat natural. En Anjar cruzamos la frontera hacia Siria dejando atras el maravilloso valle de Beka. Despues de unos 5km de subida cruzamos a Siria y de alli nos esperaban unos 40 km mayormente de bajada.

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